martes, 31 de mayo de 2016

Las pequeñas aldeas galas del running.

Estás corriendo allá por el kilómetro 7 de carrera, de repente sólo viene una frase a tu cabeza. Incluso le puedes poner música. Música y voz. La voz del Drogas de Barricada
 
 
"Te preguntarás,
¿qué coño hago aquí?"
 
 
Porque te han tangado una pasta en la inscripción.
Porque te han prometido un circuito bucólico y pastoril y llevas dos kilómetros poligoneros.
Porque te han dicho que era plana... y el perfil es como el de Pamela Anderson boca arriba.
Porque en la web había una pestaña "Servicios al corredor" y no te han ofrecido ni agua del grifo...


"Me llamo Novatillo, antes era corredor, ahora soy runner y eso me ha pasado en varias carreras" dices mientras te levantas del círculo de sillas de #TontomotivadosAnónimos.
 
 
"Todos hemos pasado por eso, my friend, no te preocupes, ya puedes sentarte".
 
Pues hoy traigo una buena noticia para ti. Algo que te ayudará en tú terapia. No todo está perdido... En lo más recóndito del mundo runner lleno de dietistas, personal trainer y gadgets molones, existe una aldea gala.
 
 
 
 

 
 
 
Ziordia tiene 380 habitantes, una bonita plaza, una sociedad, cuestas a tutiplén y un grupo local de corredores. Unos benditos locos que aún creen que se pueden hacer cosas en los pueblos, para y por el pueblo.
 
 
 
Unos benditos locos que organizan una carrera "de pueblo". ¡¡Y que vivan los pueblos!!. 7 kilómetros, a 3 vueltas. En compañía de los caballos que pastan, del barro de las cuestas y de los habitantes del pueblo que, aunque se caiga el cielo a pedazos, salen a las puertas de sus casas a animar cómo sólo se anima en el norte. Con pocas palabras pero recias, y con pocos aplausos pero reconfortantes.
 
 
 
 
Y como son unos locos maravillosos consiguen MÁS DE 100 COLABORADORES, en un pueblo de 380 habitantes, Y te "dan de correr" GRATIS. sólo a cambio de alimentos para un comedor social, y luego te dan ducha, merienda y hasta sorteo de regalos. Y ofrecen espacio para que la Fundación Síndrome de Dravet lleve un stand...
 
 
 
¿Habías visto alguna vez 100
colaboradores en una carrera?
IMPRESIONANTE
 
 
 
Nos han tangado muchas veces, en muchas carreras. Lo siguen intentando, y aún lo seguirán intentando, pero no lo dudéis. Queda mucha buena gente ahí fuera, incluso gente que no quiere sacar tajada en el mundo del running. Gente solidaria, ilusionada y atractiva. Sólo hay que buscarlos.
 
 
 
Y si no los encuentras cerca de donde vives, siempre nos quedará una pequeña aldea gala, Ziordia, y su Cross de Ziordia
 
 
 
 
 
Una carrera GRATUITA con su bolsa del corredor
 
 
 
 
Este pedazo de lote de Conservas del Reino me tocó en el sorteo
 
 
 

El del centro es José Ramón, "alma mater de la carrera"
y uno de esos benditos locos.
NOTA, apenas llovía ;-)
 
 
 

Una preciosidad de pueblo para correrlo y recorrerlo
 
 

 
 
 
 
A poca gente admiro en el mundillo runner.
El corredor que llevo delante es uno de ellos.
Más de 75 años y ahí sigue, dándole a la zapa.
 
 
 
Y si todo esto puede parecer bonito, la generosidad de la gente lo embellece aún más. Estuvimos 110 corredores adultos y muchos txikis. Con la generosidad de todos, incluido el pueblo de Ziordia, se llegaron a completar 2 FURGONETAS de alimentos para un comedor social de Pamplona, el Paris365
 
 
 
 

martes, 24 de mayo de 2016

Para esto sirve correr.


Eran las 08.00 horas de la mañana.
 
 
Había sido una noche dura. Estos sillones de hospital no están hechos para dormir. Ni los pitidos de los monitores de los boxes de alrededor. Ni mucho menos "el personal" que entraba ingresado en observación un domingo de madrugada. Gente con "gasolina súper", con mucho ímpetu, demasiado, para esas horas...
 
 
¿Por qué?
 
 
Porque, la señora que pone nombre a mi blog había entrado en Urgencias sobre las 18.00 horas. Un dolor abdominal. Diagnóstico no muy claro. Una prueba tras otra nos iban tranquilizando. "No hemos visto nada", "Está limpio"... El electro, el scanner, todo era respondido con la misma frase de los doctores de urgencias "Es normal, no hemos visto nada raro".
 
 
La medicación fue poco a poco abriéndose paso frente al dolor. Pero tocaba noche en observación, "por si acaso". Pero si el dolor remite mañana por la mañana la mandamos a casa.
 
 
Y tocó noche en observación, e intentar dormir en aquel sillón. Y la medicación trabajó, y el dolor cedió. Y en cuanto vinieron a relevarme en mi función de acompañante pensé...
 
 
"¿Y si me voy a correr la media maratón de Pamplona?... total, ella está bien, yo no estoy tan cansado, y tengo comprado el dorsal hace días".
 
 
Y a las 08.00 salía del hospital.
Y a las 08.15 llegaba a casa.
Y a las 08.30 recién desayunado veía todo mejor.
Y a las 08.35 me tumbaba un poco delante de la tele.
Y a las 09.00 decía... "igual salgo a ver la salida, total, salen al lado de casa".
Y a las 09.30 me ponía la ropa de deporte, engándome, "corro una vuelta (10km) y me retiro", mientras me metía un gel en el bolsillo, por si acaso...
 
Y a las 10.00, en la salida, César me decía "Voy a ir a por 1.50 horas ¿te vienes?"



Y a las 10.25 estaba mi sobrina en el recorrido...



Y a las 10.55 terminábamos la primera vuelta...
y seguimos corriendo
 
 


Y a las 11.48 Alex nos sacó este fotón



Y cuando el reloj marcaba exactamente 1.50... entrábamos en meta
(véase que pierdo claramente el sprint "a cara perro")



Y más o menos cuando llegaba a meta, a la señora que pone nombre a mi blog le daban el alta diciéndole que había sido un pequeño cólico sin mayor importancia...



Y una vez más descubrí, para qué sirve correr, para una ducha de higiene mental a veces tan necesaria... Para esto sirve correr. Sin necesidad de gadgets, ni de severos entrenos, ni de extenuantes miradas al cronómetro... Correr, sin más.



PD. Millones de gracias a César que me ayudó a correr esa MM sin recordar las preocupaciones del momento.