En vuestra ciudad tenéis un parque, bueno, uno no, varios. Seguro. Pero si eres corredor, tendrás, seguramente, un parque. Tu parque. En Pamplona, los corredores tenemos un parque. Sólo uno. El parque. Ese en el que casi todo el mundo corre.
Tengo muchos recuerdos de mi parque. Cuando yo era muy niño, allí trotaban los jugadores de un nada profesionalizado Osasuna. Allí vi por primera vez a gente corriendo, entrenando, haciendo running o como se llame esto ahora. Allí también vi gente, que después de correr, empujaba los árboles más gordos, como intentándolos arrancar de raíz.
Ahora, el parque es como el salón de casa, como la pista de carreras o como la barra del bar. Y ahora yo soy de esos que, cuando el clima pamplonica me lo permite, empujo árboles como si quisiera arrancarlos de raíz.
Y estoy seguro de que mucha gente corre en Pamplona porque existe ese parque. Porque ven a gente correr. Porque conocen gente que corre allí. O porque, sin más, se dan cuenta de aquello tan humano de "si ese corre, ¿por qué yo no?. Y se animan. Y se pican a probar.
Si mi parque no existiera, creo que habría que inventarlo.
- Porque si mi parque no existiera nunca me hubiese cruzado con los mejores corredores de Navarra.
- Porque si mi parque no existiera no conocería a muchos corredores a los que luego que saludo en las carreras.
- Porque si mi parque no existiera nadie se me habría emparejado corriendo y me hubiese dicho "leo tu blog".
- Porque si mi parque no existiera, no sería también el parque de Novatilla.
- Porque si mi parque no existiera alguno de los que ahora leeis esto no lo leeríais.
- Porque si mi parque no existiera, no haría alli el Novatillo-Hamster cada vez que preparo maratón.
- Porque si mi parque no existiera nunca habría ofrecido mi chubasquero y mi móvil a aquella corredora de mi parque que encontré aterida después del maratón de Donosti.
- Porque si mi parque no existiera, los entrenos tediosos serían tediosos y no me encontraría con algunos de vosotros para que me animéis esos ratos
- Por estos y por otros muchos por qués....
En resumen
Porque si mi parque no existiera, probablemente, ni siquiera sería corredor
Este ataque de amor incondicional a mi parque seguramente será un efluvio primaveral. Ya sabéis, esa época del año en el que las gorritas fosfys refulgen con primor. Pero estoy convencido de que no estoy solo. Seguro que vosotros también tenéis un parque. O un paseo, un río o una playa. Un sitio donde os hicistéis corredores.... Seguro.
Ese árbol de mi parque que se ha convertido
en "tablón de anuncios" de muchas carreras